Hablando de asperezas y tratos hostiles quisiera usar algunas definiciones del diccionario de sentimientos de A. Marina y M. López.
Su disección de los sentimientos nos ayuda a defirnir y a comprender al enfado con los comportamientos asociados.
Nos explican que cuando nos encontramos ante aquello que obstaculiza el deseo y lo negamos, emergen en respuesta los sentimientos de Enfado (molestia), Ira (irritación), Furia (irritación intensa) y Rencor (sentimiento negativo, duradero y contenido de irritación intensa, acompañado de una aversión a todo lo que se relaciona con el obstáculo)
Los inconvenientes son percibidos como amenaza. Ante estos las personas sienten miedo. Todas aquellas que fueren mayormente inseguras, tímidas o miedosas sentirán temor, miedo, sobrecogimiento, alarma, sobresalto, espanto, hipocondría. El comportamiento en respuesta podrá ser la huida o la lucha (haciendo frente ) así como tambien podrán seguir, en un intento de evitar la confrontación, otras estrategias tales como la inmovilidad o la sumisión
Si se someten en exceso al miedo se les considera cobardes
Para un correcto desprecio del miedo hace falta resolución y determinación. Seremos guiados a través de los sentimientos de bravura, intrepidés, coraje y valor para hacer frente a los obstáculos de nuestros deseos y encontrar soluciones que permitan ir hacia la consecución de los mismos.
Los atrevidos, osados, audaces y temerosos son todos aquellos que desprecian excesivamente al miedo.
Los temerarios son imprudentes, se exponen y exponen a otros a riesgos innecesarios.
La función del miedo es dar alarma frente aquello que vemos como amenaza. Su finalidad es protegernos.
¿Tienes miedo del mal que hay fuera? La tentación me arrastra.
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