
viernes, 27 de agosto de 2010
A tus pies

Pies, denme el apoyo para dejar que salga el visitante de mis entranas.
Mi cuerpo no ofrecerá resistencia.
Sus puertas no tiene picaporte, jamás se cerrarán.
Juntos facilitaremos su paso para que nos abra camino.
A su vuelta será bienvenido, entra y sale prenado de posibilidades
Suscribirse a:
Entradas (Atom)